HISTORIA

El taller LA COLMENA se fundó como iniciativa de cinco artistas y profesores de la Facultad de Artes y Diseño antes Escuela Nacional de Artes Plásticas, de la Universidad Nacional Autónoma de México: José Miguel González Casanova, Francisco Castro Leñero (1954-2022), Eloy Tarsicio, Luis Argudin y Carlos Mier y Terán. Desde el 2007 surgió como un modelo educativo con el fin de crear un área de producción multidisciplinaria. Un año después el taller de La Colmena se formalizo como una opción más en la formación de los artistas y diseñadores de la Facultad de Artes y Diseño hasta el 2022. Se caracterizó principalmente por ser un taller que propone la formación académica a través de la producción-investigación artística desde las prácticas multi, inter, y trans-disciplinarias. Se planteo como una opción que amplió el campo de producción de las artes dentro de la academia ya que respondió a la elaboración y el desarrollo de las investigaciones artísticas a partir de los conceptos, y la relación del arte con los contextos en los que se presenta, más que dentro de las prácticas disciplinarias tradicionales y la producción ensimismada. Buscando fomentar la profesionalización de las investigaciones de los estudiantes de la FAD de acuerdo a los contextos de las relaciones de producción de la cultura contemporánea. La propuesta generó un alto nivel de profesionalización artística en los procesos de creación, documentación y reflexión teórica de los artistas estudiantes a través de la tutoría constante de los proyectos propuestos y de las actividades de enseñanza-aprendizaje coordinados por los tutores y por los artistas invitados.

Colmena

Proceso de ingreso

Las condiciones del limitado espacio del taller sólo permitía que ingresarán entre 6 y 8 artistas por año, pudiendo permanecer hasta dos años desarrollando su proyecto de producción y participando en las dinámicas del taller, de manera que trabajaban en nuestro espacio un promedio máximo de 14 jóvenes artistas simultáneamente que era el máximo de participantes que cabían en nuestro espacio para poder trabajar en optimas condiciones. El proceso para ingresar a La Colmena se realizaba mediante convocatoria a los estudiantes de la FAD-UNAM, aunque también se incluyó a los estudiantes residentes de otras Universidades de los diversos estados de la República Mexicana o del extranjero, a presentar un proyecto de producción de obra que integre varias disciplinas y cuyo tiempo de elaboración sea de un año (que podía ser prorrogable por otro año más en la medida de su pertinencia y efectividad). Estos proyectos se presentaban mediante una carpeta de obra, a partir de los que se hacía una pre-selección y se entrevistaba a cada uno de los postulantes con el fin de que presentarán en viva voz su proyecto de obra a realizar dentro del taller. Hecho esto se seleccionaban a los participantes que realizarían sus proyectos y tuvieran la asesoría de los profesores, así como la asignación de un espacio en el taller que podía ocupar y usar personalmente durante dos años.