Magda Luz Bonilla Atrián

Magda Luz Bonilla

Ciudad de México, 1985
Semblanza
Magda Luz Bonilla Atrián nació en la Ciudad de México el 16 de julio de 1985. Estudió la carrera de Artes Visuales en la Escuela Nacional de Artes Plásticas. Ha expuesto de manera colectiva en las estaciones del Metro Chabacano y Jamaica, en las oficinas principales de la Secretaría de Economía y en la Galería Autónoma de la ENAP en el marco del proyect OCUPA de “La Colmena”. Su fotografía “Trafico” obtuvo mención honorífica en el concurso “Radiografías de la Radio” del Instituto Mexicano de la Radio, además de haber sido utilizada como imagen de portada del catálogo de celebración de los 25 años de la IMER. Colaboró en la realización de la acción “La Bolsa,, movimiento plástico” del artista Martin Dufrasne, contemplado en el marco de las actividades del Seminario de Medios Múltiples III de la Academia de San Carlos.
Declaración artística
Registro de las actividades que desenvuelven las personas en su tiempo libre, a través de medios como la fotografía, el video y el dibujo, además de recolectar objetos y hacer anotaciones, tomando como referencia el fin de semana, determinado socialmente, como tiempo de descanso. A partir de todos estos elementos recolectados se generará una pieza artística que hablará de la persona, en específico, de su ocio. Paralelamente, pretendo hacer piezas de arte-objeto en las que el eje central es el ocio y su relación con los juegos de azar, los números (sudoku, bingo) y los dispositivos electrónicos (la televisión, la computadora, consolas de videojuegos, etc.).

Tujtelhaas, en 1997, define el ocio como “resultado de la elección libre con carácter desinteresado, que busca un estado de satisfacción, como fin en sí mismo y que responde a necesidades individuales”. En lo personal encuentro una relación muy cercana entre esta definición y una definición personal de arte, tanto el ocio como el arte son fines en sí mismos, buscan un estado de satisfacción y responden a necesidades individuales, ya sea del creador como del espectador. Según Henri Lane hay actividades, como las que realizan los artistas y los hombres de ciencia, que no se pueden considerar “trabajo”, pues implican un desarrollo diferente a lo que generalmente se considera como tal, en sus propias palabras el desarrollo de estas actividades permite las más puras alegrías del juego y del ocio, pero también las tensiones y esfuerzos del más rudo trabajo. Cada quien elige que hacer en su tiempo de ocio, es un tiempo autogestivo que por lo general no se le debe a nadie y en el cual se realizan las actividades que brindan satisfacción personal, el tiempo para satisfacer deseos propios. Aun así creo que las personas no logran liberarse de la enajenación a la que están expuestas en los demás momentos de la cotidianeidad, no reflexionando así en la importancia que tiene este espacio para su desarrollo personal.

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