Sebastián González de Gortari

Sebastián González de Gortari

México 1985
Semblanza
Sebastián González de Gortari (nacido en la Ciudad de México en 1985) explora los orígenes del arte como una practica mágica y ritual, de tal modo que el artista se torna en intermediario entre la humanidad y los mundos invisibles que le rodean y determinan. Realiza sus estudios de licenciatura en artes visuales en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP) de la UNAM del año 2006 al 2009. A su término, es seleccionado para el programa de Jóvenes Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes en el periodo 2009-2010 con el proyecto “Ídolos Modernos” el cual exhibe en distintas exposiciones colectivas así como una exposición individual en los Talleres de Arte Contemporáneo (T.A.C.O.) en 2011 en la Ciudad de México. Siguiendo esta línea de investigación y producción, viaja a Utrecht, Holanda en 2012 donde realiza sus estudios de Maestría en Artes Visuales en la Utrecht Graduate School of Visual Art and Design. Posteriormente, para profundizar en sus conocimientos de la cerámica, realiza una segunda Maestría en Artes Visuales con especialización en
cerámica en el Institut für Künstlerische Keramik und Glas en Höhr-Grenzhausen, Alemania de 2014 a 2016. Ha realizado residencias artísticas en la Fundación Gruber Jez en Yucatán en 2011 y en GlogauAIR, Berlín, Alemania en 2013. Ha participado en exposiciones colectivas en México, Holanda, Alemania, Bélgica y Turquía. Vive y trabaja en la ciudad de Frankfurt en Alemania.
Declaración artística
Mi trabajo es una colección de mascaras que cualquiera puede vestir. Las mascaras son membranas permeables de factura humana. Ellas cambian y enmarcan la manera de ver el mundo de quien las porta. Somos el conjunto de mascaras que usamos. La identidad es una cualidad y acto de la imaginación: pretender y pretender que no pretendemos.
Me cubro con la mascara de El chaman. De pronto, el mundo está cubierto de seres y espíritus que se comunican conmigo, sueños y visiones que esperan a emerger de las profundidades de la memoria y la Historia, rituales por ser celebrados. Me convierto en el intermediario entre lo humano y todo aquello que le rodea y da forma a su entorno pero que le es invisible.
Dar visibilidad y voz a lo invisible significa confrontar las estructuras ocultas que cimientan nuestra existencia.  El mundo de los sueños es el mundo de los espíritus, lugar de contacto entre la razón humana y el inconsciente, dominio de la otredad. En los sueños se ocultan también los deseos y miedos sociales, origen y combustible de sistemas políticos e ideológicos.  El soñador nunca esta solo, es el un punto de concentración atravesado por inmensas fuerzas políticas y espirituales. El chamán recorre estos reinos nebulosos en búsqueda de símbolos e historias que traer de vuelta a la luz del mundo racional y diurno y de tal manera provocar dialogo y confrontación entre ambos reinos.
El chaman es a la vez narrador y narración.  El se narra a si mismo, traza su historia, y a la vez acumula las historias de otros, dignas de ser contadas y por lo tanto preservadas.  Las historias construyen y dan sentido al mundo, conectan seres y sucesos. El lenguaje debe llevarse a sus límites en una lucha contra la petrificación del sentido. Lo que resulta es un lenguaje repleto de contradicciones y, por lo tanto, vivo y mágico.  El chaman mismo es una contradicción, una ficción que revela verdades, un ilusionista que oculta para revelar y revela para ocultar. Un charlatán. Un artista mexicano en Alemania haciéndose pasar por chaman. Un chaman pretendiendo ser artista.

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